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Hábitos y creencias en nuestra alimentación.


El principal factor que incide en la formación de buenos o malos hábitos alimentarios es el ambiente familiar. Por esta razón es de gran importancia que los padres de familia y en especial las madres tengan conocimientos claros y prácticos sobre el valor nutricional de los alimentos que ha de consumir su familia.

Los hábitos alimentarios pueden ser afectados por razones sociales y de prestigio, es cuando se da más importancia en el mercado a un alimento que a otro. Como en el caso de las frutas, que se prefieren los duraznos, las manzanas y las peras, a pesar de su elevado costo y su bajo valor alimenticio.


Las modas y apariencias afectan a su manera los hábitos alimentarios, es frecuente ver que en muchas familias y en especial las mujeres consumen productos especiales para adelgazar, o para mantener la línea, productos de elevado costo, cuando el mismo efecto lo obtendrían balanceando mejor la dieta, consumiendo más frutas y verduras y haciendo un poco de ejercicio.


La publicidad también afecta los hábitos alimentarios ofreciendo alternativas aparentemente más fáciles. Es cuando se prefiere preparar un refresco agregando al agua un colorante y azúcar al gusto, en vez de preparar un delicioso y nutritivo jugo de frutas frescas.

Y si seguimos analizando el problema de los hábitos alimentarios de nuestra comunidad encontramos creencias populares que a pesar de ser erróneas, por falta de conocimiento y de información han logrado llegar hasta nuestros días, veamos algunas de ellas:


Los Caldos.
Dicen que "el caldo de hueso es más nutritivo que el caldo de carne", que "el caldo de ojo de res es bueno para los convalecientes", etc.. En cualquier caso los caldos son muy agradables para iniciar una comida, pero no los son todo. No se puede dejar en manos de los caldos la alimentación de una persona o familia, por que la mayor parte de un caldo es agua.


Las hortalizas o verduras.
Dicen también que "la auyama es comida para cerdos", que "las verduras son para los conejos", que "la madre que está lactando no debe consumir verduras". Pero la realidad es que las hortalizas o verduras poseen las principales sustancias nutritivas que ayudan a formar el esqueleto, los dientes, los músculos y otros órganos y además ayudan a la buena digestión.


Las frutas.
Se dice que "las frutas producen lombrices", que "el limón corta la sangre", que "la naranja da melancolía", que "las frutas producen paludismo", que "las frutas cítricas producen aborto", que "las frutas con leche hacen daño", etc.. Igualmente dicen en general que las frutas no son buen alimento, cuando en realidad sucede todo lo contrario, además de lo sabrosas, son los alimentos que proporcionan las vitaminas fundamentales para el normal crecimiento y desarrollo.



Como estas hay muchas creencias y todas erróneas y sin fundamento. La idea es tener una información mas clara y sencilla para que se den cuenta de algunas equivocaciones que se cometen con la alimentación y que pueden afectar la salud de sus hijos.